lunes, 10 de mayo de 2010

Y mirá que apenas nos conociamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. Como no sabias disimular me di cuenta que para verte como yo queria era necesario empezar por cerrar los ojos, y entonces primero cosas como estrellas amarillas (moviendose enuna jalea de terciopelo), luego saltos rojos de humor y de las horas, ingreso paulatino en un mundo Maga que era la torpeza y la confusion, pero tambien helechos con la firma de la araña Klee, el circo Miró, los espejos de ceniza Vieira da Silva, un mundo donde te movias como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil.

Extraido de Rayuela, de Julio Cortazar

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